miércoles, 28 de marzo de 2012

Reiki Usui: La historia para su introducción en occidente.

La necesidad de la Sra. Takata de introducir reiki en occidente y no encontrarse con problemas por la creciente aversión hacia lo japonés en su país (EEUU), hizo que se modificara sustancialmente la historia de Usui.

Sin embargo, en Japón, donde reposan los restos de Usui Sensei podemos ver unas inscripciones donde se relatan las experiencias reales de éste y la historia de reiki en Japón. He reconocido maestro de reiki y autor de varios libros, Johnny de Carli pasó varios meses en Japón, donde tuvo la oportunidad de aprender y estudiar de primera mano todo el legado de Mikao Usui.

No obstante, relato a continuación la historia que nos ha sido transmitida sobre el redescubrimiento de reiki tal y como nos llegó.

Mikao Usui era director de un seminario cristiano en Kyoto, Japón. Un día, uno de sus discípulos preguntó por qué nunca había oído algo acerca de los métodos de sanación utilizados por jesucristo y si Mikao Usui podía realizar tales a naciones para ellos. Dado que no le resulta posible contestar esas preguntas, Mikao Usui decidió renunciar a su cargo y estudiar cristianismo en un país cristiano hasta encontrar las respuestas. Su viaje los llevó a Estados Unidos, donde asistió a la universidad de Chicago y se graduó como Doctor En teología. Sin embargo, no conseguía encontrar una respuesta satisfactoria en las escrituras cristianas y, al no haberlas hallado tampoco en las escrituras chinas, viajó al norte de India, donde se enfrascó al estudio de los textos sagrados.

Mikao Usui no sólo dominaba japonés, el chino y el inglés, sino también en sánscrito. Tiempo después regresó Japón, donde descubrió algunos símbolos y fórmulas escritas en viejos sutras budistas que parecían contener las respuestas a sus interrogantes. En esos días, vivía en un monasterio en Kyoto, después de haber debatido con su abad, se dirigió a la montaña sagrada de Kurama, situada a unos 25 kilómetros de distancia. Allí intento ayunar y meditar en soledad durante 21 días, con la esperanza de establecer contacto con el nivel de consciencia de los signos sánscritos que había anotado, para determinar la verdad de sus contenidos. Al llegar a la montaña, colocó frente a él 21 pequeñas piedras y como una especie de calendario arrojaba una con el paso de cada día. Durante este periodo, leía los sutras, cantaba y meditaba. No sucedió nada singular hasta el amanecer del último día.

Estaba todavía bastante oscuro cuando haya una luz intensa que se dirigía hacia él a gran velocidad. Se volvió más y más grande hasta que finalmente lo impactó en medio de la frente. Mikao usui pensó que iba a morir cuando de pronto vio millones de pequeñas burbujas azules, lilas, rosadas y de todos los colores del arcoiris. Apareció una inmensa luz blanca y delante de él vio símbolos sánscritos que brillaban con destellos dorados y dijo: "Sí, lo recuerdo".

Ese fue el nacimiento del sistema Usui de reiki.

Cuando regresó a un estado normal de consciencia, el sol estaba alto en el cielo. Se sintió en lleno de fuerza y energía y comenzó a descender la montaña. En el apuro, sin embargo, se lastimó un pie. Lo tomó en sus manos durante algunos minutos, la sangre se detuvo y el dolor desapareció. Ese fue el primer milagro. Dado que tenía hambre, se detuvo en una posada del camino y pidió un gran desayuno japonés.

El Posadero le aconsejó no ingerir tanta comida después de un ayuno tan prolongado, pero Mikao Usui pudo comer todo sin la menor consecuencia. Ese fue el segundo milagro. La nieta del Posadero padecía un intenso dolor de muelas, que sufría desde días atrás. Mikao Usui aplicó su mano sobre el rostro hinchado y de inmediato que ya se sintió mejor. Corrió hacia su abuelo y le dijo que ese no era un monje común. Ese fue tercer milagro del día. Mikao Usui regresó a su monasterio pero después de unos días decidió partir hacia la ciudad de los mendigos en el suburbio miserable de Kioto, para tratar a los menesterosos y ayudarlos a tener una vida mejor.

Permaneció siete años en ese lugar, tratando muchas enfermedades. No obstante, un día advirtió que no cesaban de regresar los mismos rostros conocidos. Cuando les preguntaba la razón por la cual no habían comenzado una nueva vida, le decían que trabajar resultaba algo problemático y que era mejor seguir mendigando.

Reconoció que sus sanación es había olvidado algo de inmensa importancia, enseñarles gratitud a los mendigos.
En aquel momento comprendió que el esfuerzo realizado no sirvió para nada y que aquellas personas no habían aprendido nada respecto a la responsabilidad y la gratitud.
La importancia de intercambio de energía se hizo patente para él: Las personas necesitaban devolver aquello que habían recibido con la vida carecería de Valor para ellos.
Fue cuando el Dr. Usui estableció los cinco principios, al dejó el trabajo con los mendigos y decidió enseñar a quienes desean conocer más. Enseñaba sus discípulos como curas ellos mismos y les mostraba los principios de reiki para ayudarles a alcanzar la armonía de los cuerpos físicos, emocional, mental y espiritual.
Fue condecorado por el emperador de Japón por sus curaciones y enseñanzas practicadas con ideales amorosos. Antes de fallecer, en 9 de marzo de 1926, otorgó el maestrazgo del conocimiento del reiki a 16 personas, destacando el Dr. Chujiro Hayashi como su sucesor, entregándole toda responsabilidad de transmitir y mantener intacta la tradición.

Extracto corregido del manual oficial de la federación española de reiki de primer nivel.

ATTE: Mandrágora

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